De pluma afilada
lúcido varón de moral cristiana,
dicen que helenista diletente,
gran lector y gran dolor
de gente cortesana.
Azote de judíos
y tasador de putas,
en donde sus certezas absolutas
eran gran monumento
erecto a Afrodita Pandemos.
Hidalgo desgraciado en fortuna,
ya que meter el dedo en el ojo
nunca fue buen negocio
si es a gente de muy alta cuna.
Dicen que intrigante, prepotente,
armado de sotana
persistente buscón de sinecuras,
ya que hay que llenar la porcelana
y mercar vestiduras.
Estricto moralista,
en hallando resquicios
asimismo degustador de vicios,
tales contradicciones del artista
bien se le disculpan por humanista.
¿Humanista? ¿Dije eso acaso?
Lo dije; que mejorar el mañana
del hombre, de la patria,
del humanista juicioso es caso.
Si tu odio por aquel fue sincero,
que él te exonere el primero;
si tu comportamiento no fue digno,
o justo, te disculpe el ingenio.
Campeón de las letras castellanas;
gloria a tu voz genial,
me rindo a tu pluma.
Señor, que tus huesos descansen en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario