22 de agosto de 2014

Do you wanna be a rockstar? Young Beautiful in a Hurry

Young Beautiful in a Hurry. Rockstars de vocación y profesión
La voluntad, en el sentido shopenhaueriano, es algo más que el querer algo. Todos queremos algo a cada momento (un poco de oxígeno para seguir vivos, sin ir más lejos). La voluntad es que ese algo, presente en la propia esencia del sujeto, se represente fenomenológicamente en el mundo a través del impulso del sujeto. ¿Y que tiene que ver un filósofo alemán muerto hace siglo y medio y sus pajas mentales con el ruacanrol?, se preguntarán ustedes (y con razón). Pues mucho, y si esta introducción no les ha asustado y siguen leyendo, yo se lo voy a explicar.


Tomemos como ejemplo a estos muchachotes, Young Beautiful in a Hurry, a simple vista uno de tantos grupetes de jovenzuelos enredando con guitarras eléctricas, intentando hacerse oír en un mundo plagado de grupetes de jovenzuelos con guitarras eléctricas que se intentan hacer oír.



Aquí es donde entra Schopenhauer. Mientras que otros de los citados jovenzuelos aspiran a tocar, ganar pasta, fornicar o crear arte, estos tienen la voluntad –en el sentido shopenhaueriano– de ser estrellas del rock. Cosa que puede o no comprender todo o parte de lo anterior, pero es una cosa esencialmente diferente. Han nacido para ello y se dedican a ello. Su esencia y la esencia de ser una estrella del rock es la misma: hacer algo distintivo y entretenido que haga sentirse especial a su público por el hecho de serlo. O dicho de otra manera: tienen claro qué y cómo hacer lo que hay que hacer para ser lo que quieren ser. ¿Que tienen las cosas claras? ¡Pues haberlo dicho!, estarán pensando. Pero si lo hubiese dicho así de un buen principio no hubiera podido hablar de Shopenhauer, que es una cosa que me entretiene mucho.

En el fondo, son solo un remake juvenil de Queen con extra de pop. Pero son distintivos, como decía, en su contexto. Debido a que es un tipo de música para el que hay que carecer de sentido del ridículo por su frivolidad y extravagancia, es complicado que cree escuela entre tanto jovenzuelo intentando parecer atormentado y trascendente. Por ello, nadie está haciendo esto ahora y los viejos amargados que puedan recriminarles que sean poco más que una fotocopia desenfadada, son eso: viejos. Dado que se dirigen a un público juvenil, son irrelevantes. Yo, que podría ser uno de esos viejos amargados –cualidades no me faltan–, no voy a hacerlo porque lo hacen teniendo tan claro qué es lo que están haciendo, que me importa un huevo. Si no pretenden engañar a nadie y juegan con las cartas boca arriba, ¿cuál es el problema? Me parece un hallazgo el modelo que han elegido imitar por su singularidad, y otro acierto el modo de realizar la imitación, despojándola de todo histrionismo y tremendismo, centrándose en el lado más desenfadado y pop. Sospecho que sus fans, caso de alcanzar un éxito realmente masivo, serán bastante irritantes, pero no voy a culparles por ello y menos por adelantado.

Me gusta de ellos que, a pesar de ser unos jovencitos guapos jugando a ser rockstars (algo que generalmente me da sarpullidos), no se tomen a si mismo demasiado en serio y se centren, por encima de todo, en entretener y en hacer pasar por cosa simple y divertida algo que musicalmente tiene su enjundia. En esto último, incluso van más allá que Queen, que a pesar de apostar por el entretenimiento, usualmente tendían a restregarte por la cara su virtuosismo... como si fuese posible no darse cuenta. Sin embargo con estos nenes te puedes olvidar de ello sin mayores problemas.

Y ahora, para los que estén pensando que vale ya de hablar tanto de Queen, que aquí hemos venido a hablar de Young Beautiful in a Hurry, un vídeo de Young Beautiful in a Hurry:



Sí, es una versión de Queen. Lo siento. Ya dije que lo tenían muy claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario