En cualquier caso, aunque sea una cosa pasada de moda, está bien eso de pedir permiso al entrar en casa ajena. Mostrar un respeto a los que ya estuvieron donde uno pretende llegar es un signo de humildad que honra a los dos. Al precedente, al reconocer el valor de los hallazgos sobre los que se levanta el seguidor, y a este que, habiendo ya mostrado sus respetos, es libre de aventurarse en busca de su propio camino que, ese sí, será solo suyo.
This Familiar Way (Nina Nastasia)
Nina Nastasia es una cantautora de Nueva York cuya música ha sido etiquetada como alt-country o americana. Estos posmodernos estilos, en su mayoría refugio de mediocres y cebo comercial para aficionados poco exigentes, no describen adecuadamente ni la forma ni el fondo de la música de Nina Nastasia. En realidad lo que hace es una aproximación muy personal a cosas que no tienen nada de modernas, a cierta clase de country o folk primordial de tonos oscuros, emocionales y trágicos. Realmente tendría más sentido relacionarla con Hank Williams que con, por ejemplo, los Jayhawks. Es cierto que el sonido, esculpido con maestría por Albini, tiene poco de tradicional. Minimalista, pero con presencia de instrumentos poco usuales en la música tradicional americana –acordeones, cuerdas, vientos–, deviene en algo que podría describirse como chamber-country y que sirve de apoyo a una voz versátil y personal que puede sonar poderosa o frágil según lo requiera el tono emocional de la letra. En su último disco, “Outlaster”, del que está sacada esta canción, va más lejos en ese camino sonoro que en cualquiera de los anteriores. La cristalina producción de Albini sitúa al oyente en el centro mismo de una orquestina posapocalíptica que guía a la voz de Nina Nastasia más lejos que nunca en esos paseos por desolados paisajes emocionales, quizás hasta el corazón mismo de las tinieblas. Esta canción, algo que reconocemos instantáneamente como un tango pero que es más una aproximación lateral a la idea de tango que un tango en sí, quizás más cercana a las Danzas Húngaras de Brahms que a la música de Gardel, es un buen ejemplo de ello. Una hermosa canción que, con paso ebrio pero poderoso, retrata un triángulo amoroso en el que de los otros dos vértices solo acertamos a distinguir las sombras que proyectan en el atormentado ánimo de la intérprete. Hermosa, sí... pero hubiese estado bien pedir permiso, Nina.
Tango
El tango, originalmente una música instrumental hecha para bailar, ha visto esa esencia popular y festiva contaminada con elementos románticos y aventureros provenientes de las letras de las canciones que artistas de gran popularidad como Gardel aportaron a la mística del tango. Aun así, al pensar en un tango, es probable que la primera idea que se nos venga a la cabeza sea la de una pareja bailándolo. Aquí, como en la canción, además del que baila (o pasa la noche) con ella, hay otro en las sombras que espera. Ellos no son importantes, son solo la causa de una angustiosa situación emocional de la que la protagonista no puede escapar y a la que solo sabe responder con una huida hacia adelante en la que no puede ni quiere tomar decisión alguna. Son solo excusas para una canción. Estatuas congeladas en un instante del baile o del insomnio. Esperando, acaso en vano. (Nota: para ver la ilustración a máxima resolución, pinchar en la imagen)
El tango es un baile para dos, al tercero solo le queda esperar |
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